Si pensamos en voluntariado, normalmente y permitiéndonos generalizar, nos viene a la cabeza entidades como Cruz Roja o Cáritas, ayudar en labores sociales, pensamos en una persona mayor (normalmente mujer) ayudando a gente más necesitada o por el contrario, jóvenes haciendo labores de asistencia en proyectos en el tercer mundo o para la iglesia católica.
Sin embargo, si preguntas en países como EEUU en qué piensan cuando se les habla de voluntariado, normalmente, y permitiéndonos generalizar de nuevo, la respuesta que obtenemos es mucho más diversa, incorporando ayudas en proyectos a ONG´s, ayudas en proyectos universitarios, apoyo en proyectos deportivos, oportunidad de su famoso “giving back”, no hay un perfil concreto de edad o género, y lo más importante, es visto como una oportunidad de desarrollo personal y profesional. Tienen una visión más moderna y práctica.
Tanto es así, como que es altamente recomendable incorporar las experiencias de voluntariado en los currículums para aumentar las probabilidades de ser contratado.
Según la Universidad Estatal de Western Connecticut, el voluntariado ofrece los siguientes beneficios:
1.- Te conecta con otros
2.- Es bueno para tu cuerpo y tu mente
3.- Mejora tu carrera profesional
4.- Trae satisfacción y diversión a tu vida
Respecto a la conexión con otros, realizar voluntariado te permite conectar con personas con los que compartes algún interés. Eso es algo especialmente valioso si eres nuevo en una ciudad o en un barrio. Pero esa conexión va más allá del interés porque estamos haciendo algo que nos mueve más allá del interés económico. Es algo que nos importa. Esa conexión nos ayuda a desarrollar nuestras habilidades sociales, nuestra capacidad de relacionarnos y nuestra empatía. Pero es que incluso nos puede permitir realizar acciones familiares que nos mantengan unidos por una causa común.
Por otro lado, respecto a los beneficios físicos y mentales, según esta universidad, ejercer el voluntariado eleva el nivel de confianza, de satisfacción vital y de autoestima. Cuando haces cosas por los demás, aumentamos la sensación de logro además de ayudar a luchar contra potenciales depresiones causadas por el aislamiento y la falta de sentido. Por último, según estudios de la propia universidad, se ha demostrado que las personas que hacen labores de voluntariado tienen una tasa de mortalidad mucho menor que aquellos que no lo hacen, incluso considerando las condiciones previas de los participantes.
EL “efecto felicidad”. Según un estudio realizado por la London Business School of Economics, se investigó sobre la relación entre el voluntariado y las medidas de felicidad en un amplio grupo de adultos norteamericanos y la conclusión fue que, cuanto más labores de voluntariado hacían, más felices eran desde la perspectiva de la Medicina y las Ciencias Sociales. (adaptación de Simple Changes, Big Rewards: A Practical, Easy Guide for Healthy, Happy Living, en un reportaje especial sobre salud publicado por Harvard Health Publications).
En lo que tiene que ver con la carrera profesional, el voluntariado te da la oportunidad de conocer a personas en el campo profesional en el que quieres entrar o crecer. Te permite también entender cómo funciona el sector y comprobar la adaptabilidad y las posibilidades que te puede ofrecer. Pero es que además, te permite ampliar experiencia sin necesidad de un compromiso a largo plazo. Y sobre todo, te permite desarrollar habilidades y competencias de una manera eficiente y real en el campo de juego. Esas “Soft skills” como trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, compromiso o gestión de personas que te hacen mejor profesional.
Por último, el voluntariado te permite entrar directamente en la parte más alta de la pirámide de Maslow y conectar con sentimientos de satisfacción y de conexión con lo que te motiva y te divierte incorporando tus pasiones y tus hobbies como manera de ayudar y de hacer un entorno mejor.
En resumen, que más allá de la visión tradicional del voluntariado, como una manera de ayudar, sumergirnos en esta nueva manera de ver la vida no sólo nos puede ofrecer un “salario emocional” sino que nos permite una oportunidad única de elevar nuestra capacidad y nuestras habilidades a niveles y a ritmos que el formato tradicional de formación no puede alcanzar.
Por tanto, quizás podemos concluir que el voluntariado aplicado de la manera correcta puede incrementar tu nivel de empleabilidad. Porque si puede conseguir personas más completas, más comprometidas, más felices, más motivadas y con mejores “soft skills”. Eso suena como los rasgos que cualquier empresa le gustaría tener en sus empleados ¿no?….